Cecual presenta “200 Años”, flamante ensayo de Guido Moussa

CELEBRANDO EL BICENTENARIO. En el marco de las celebraciones por el Bicentenario de la Declaración de Independencia Argentina, el jueves 7 de julio a las 21:00, el Centro Cultural Alternativo (Santa María de Oro 471) presentará el ensayo 200 años, del escritor y abogado Guido Moussa, obra que se distribuirá gratuitamente. Con esta nueva edición, Cecual refuerza su intención de propiciar nuevas miradas y autores, y aportar al patrimonio cultural de la provincia. Las palabras introductorias estarán a cargo del periodista Marcelo Tissembaum y habrá cierre musical a cargo de Coqui Ortiz y Juan Mora, con un repertorio de canciones patrias preparado especialmente para la ocasión.

El libro se propone generar patrimonio cultural para el acervo provincial desde una mirada historiográfica federal y descentralizada sobre los hechos que desencadenaron el proceso que culminó en la declaración de la independencia Argentina y su consolidación.

“Nos toca ser testigos del aniversario doscientos de nuestra declaración de independencia. La historia se reescribe sin tregua. El pasado no es un fenómeno estático sino dinámico. Del pasado intentan apropiarse todos, especialmente los vencedores de la historia, que armados con el poderoso fusil de la memoria colectiva, construyen los relatos que nos articulan, en estabilidad, hacia el futuro. Por eso es importante apropiarse de la historia: quien se adueñe del pasado, podrá aspirar legítimamente a poseer el futuro” señaló el autor y agregó: “La tradición escolar, amante de fechas y batallas suele señalar al 9 de julio de 1816 como el día de la declaración de nuestra independencia, pero ¿independencia de quién? ¿Independencia política, meramente formal, y dependencia económica?”

Abrevando en múltiples fuentes, Moussa logra plasmar al ensayo el ritmo de la mejor literatura policial. La prosa es eléctrica, entretenida y accesible. En este pequeño libro la Revolución de Mayo está muy lejos de la antigua idea escolar.

“200 Años” plantea un juego sórdido y complejo, que a través de los días y los años, se va destrabando, mostrando su armazón. “Es un honor para nosotros que este libro -de distribución gratuita- se integre al espíritu cecualero de rescatar miradas particulares entre jóvenes escritores” expresaron desde el Laboratorio de Comunicación y Escrituras del CECUAL, invitando a todos a participar de la actividad e involucrarse en la lectura y diálogo propuesto a raíz de la fecha patria.

El autor
GUIDO MOUSSA nació en Resistencia en 1978. Escritor y abogado, integró la antología “Cuentos del Solar” (Meana Editores) y publicó las novelas “Rock” (2014), “Electrònica” (2016) y “Sabemos quién mató a Nisman” (2015) (en coautorìa con Alfredo Germignani); la antología de cuentos “Cuentos Tropicantes” (2014). Colaboró con importantes revistas culturales, como la Revista de Cultura Cuna. Publicó como autor libros jurídicos. Lee, corrige, sugiere, edita, publica y difunde literatura. Forma parte de la plataforma creativa Literatura Tropical (www.literaturatropical.com) desde donde se difunde literatura contemporánea.

“200 Años” - Fragmento
“Finalmente, el 24 de marzo de 1816, en la casa de doña Francisca Bazán de Laguna, inicia sus sesiones el Congreso General.
No están representadas todas las provincias: Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y Misiones, bajo el protectorado de Artigas, no participan. 
El Congreso se reúne en un momento de extremas dificultades: los españoles dominan el Alto Perú y Chile; el Ejército del Norte tambalea en el desorden; Artigas domina una cuarta parte de la Nación; los conatos subversivos se extienden a Santiago del Estero y La Rioja; en Europa, caído Napoleón, los monarcas se unen en una cruzada de reafirmación del legitimismo dinástico y restauración absolutista: son confesos enemigos del republicanismo revolucionario.
No declaran de inmediato la independencia. Deliberan entre dudas. El Gobernador de Cuyo, instalado en Mendoza, don José de San Martín, insta a sus diputados:
¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia! ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al Soberano de quién en el día se cree dependemos? ¿Qué nos falta más para decirlo, por otra parte? ¿Qué relaciones podremos emprender si estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos.
En junio, Juan José Paso redacta un plan de prioridades. La declaración de independencia figura en tercer lugar.
Sin embargo, todos advierten que nada es tan urgente como declararnos independientes.
Belgrano, San Martín, Güemes, Artigas, coinciden.
Los conflictos entre Buenos Aires y el litoral artiguista no hacen más que resaltar la importancia de dar este paso antes de que todo se desintegre.
El 8 de julio, en reunión privada, los diputados acuerdan que al día siguiente debe producirse la solemne declaración.
El 9, el proyecto se trata sobre tablas.
Es honda la expectativa.
Paso lee la proposición y luego pregunta a los diputados si quieren que las Provincias de la Unión sean una nación libre e independiente de los Reyes de España y su metrópoli. Por respuesta: una cerrada aclamación seguida por la ratificación individual de cada uno de los diputados.
Finalmente, en la sesión del 9 de julio, 1816, el Congreso declara la tan ansiada independencia nacional:
Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli [y toda otra dominación extranjera].
[Comuníquese a quienes corresponda].
No declaran la independencia de la Argentina sino de las Provincias Unidas en Sud América: el acta del Congreso de Tucumán ratifica la concepción de Patria Grande.
Se concreta la ruptura con España. Inmediatamente el Congreso reconoce como tal la Bandera Argentina, la celeste y blanca. Omite, sin embargo, sancionar una Constitución Nacional. Pronunciarse sobre la organización política nacional.
Se debaten dos modelos ...”

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